Grupo Asobe: El elixir de la eterna juventud

martes, 15 de abril de 2008

El elixir de la eterna juventud


Anuncios publicitarios en las carreteras que explotan la frescura y alegría propia de la juventud dando a entender que con x producto o con x ropa uno puede pertenecer a esta etapa del ciclo de vida de todo ser humano.

Como si fuera poco, hay ofertas con tarjetas de supermercado ofrecen alguna que otra ayudita para quitar esa huella o huellas de vetusto en las personas a través del quirófano.

¿De donde proviene esta admiración por lo joven? Antes de responder esto, me gustaría precisar que actualmente se habla indistintamente de joven como una etapa de la vida, como un valor o una cualidad de toda persona sin importar que edad posea. De este modo como forma de calificar el actuar enérgico de una persona hablamos que esta “persona es joven”.

Ahora, la admiración por lo joven a mí entender proviene por la vinculación de las siguientes palabras, que de alguna manera la tenemos grabada en nuestro “disco duro”: lo joven tiende a lo bello y lo bello tiende a lo perfecto. Una concepción griega que anhela lo perfecto y lo asimila con la simetría propia de la belleza.

La búsqueda del elixir de la eterna juventud es una búsqueda que proviene de los tiempos de los griegos y toda se mantiene en nuestro inconciente colectivo y los medios de comunicación se encargan de explotar esta reminiscencia.

Los efectos de esta sobreexplotación de esta idea es entender todo nuestras acciones encaminadas a una finalidades con procesos rápidos, teniendo criterios basados en lo inmediatez de lo placentero por encima de lo difícil, así la falta de valoración de procesos continuos en el tiempo son echados por la borda. También otra consecuencia negativa de sobreexplotar esta idea, es rechazar lo viejo, e incluso marginar a las personas que están en la categoría de adulto mayor, ya que los cosas están hechas para personas más jóvenes, lo que provoca que este grupo de la sociedad no sólo se sienta marginado sino que son tratados como escorias sociales. Esta realidad tiene una arista dramática en sociedades subdesarrolladas que no valoran la experiencia propia de la edad, ya que personas mayores de 40 años tienen mínimas posibilidades de entrar a un nuevo trabajo, ya que siempre prefieren personas más jóvenes.

La obsesión por el elixir de la eterna juventud puede provocar la ceguera social de que todos somos jóvenes, sin serlo, y a no valorar cada una de las etapas que tenemos como vivir como seres humanos, y ha apartar a los que con más tiempo en este mundo tienen mucho que decirnos y trasmitirnos en base a su experiencia.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Para ser parte de nuestro Staff, y discutir temas de relevancia, contáctese al mail asobe@mailcustody.com