Grupo Asobe: CUANDO ERES DOS...

sábado, 8 de marzo de 2008

CUANDO ERES DOS...

La oscura claridad entra por las pequeñas rendijas de la persiana medio bajada.
Me vuelvo, y me fijo, que un ramo de flores pequeño, en cima de la mesa de noche, es lo único que decora esta fría y húmeda habitación.
Siento que estoy viva, pero… sólo mi alma. Me puedo ver; mi cuerpo yace en una incómoda cama de sábanas blancas.
Este ambiente no me gusta, huele a hospital, médicos, medicinas, enfermos, heridos… Me he dado cuenta de que yo soy una de ellos.
Me siento en aquella silla tapizada de terciopelo roja que esta en frente de mi cama. Después yo misma me tomo la mano, está fría, parece inerte… Y así, seguidamente me incorporo hacia mis oídos, y me susurro: “Resiste, Iris, resiste ¿O quieres que vague perdida por estos pasillos? Necesito alguien que me guíe, y esa eres tú…” Sí, sé que me estoy hablando a mi misma, pero… para vivir necesitas dos cosas, si una la pierdes… no vives. Yo necesito mi cuerpo, pues ahora mismo, soy el alma… la que puede pensar y recordar, pero… sin el cuerpo, no puedo vivir. “Resiste, Iris…”
Un pequeño ruido hace que reaccione, y me levanto de la silla aterciopelada. Acaban de entrar mis padres. Lloran amargamente. No puedo llorar porque sólo soy un ánima, pero me entristece demasiado verlos así.
Mi madre pone la cabeza encima de mi estómago, mientras apoya las rodillas en el frío suelo. La escucho decir: “Resiste, Iris, resiste”
Siento que ella transmite a mi cuerpo una cálida energía. ¿Eso me hará resistir? ¿Me salvará de lo ocurrido?
“Hija, ¿que te han hecho?” pregunta mi madre sollozando.
“No lo sé, mamá, no lo sé.”
Intento hablarle pero no me escucha… no puedo gritar, la voz no me sale, parece que me ahogo…
“Cuéntame que te ha sucedido, hija” mi madre sigue llorando, me acerco a ella, y le acarició su pelo corto de señora mayor, pero sé que no lo siente.
“Te lo contaré, mamá” le respondí “Pero debes escucharme…”
Y como si fuera un milagro, mi madre mira mi cuerpo medio muerto y me responde:
“Pero si yo te escucho, hija…, yo te escucho”
Entonces, lo haré, te contaré la historia:“Era una mañana bastante fría, mamá, cuando todo sucedió. Desperté por culpa de la inacabable alarma del despertador. Me levanté y me puse la bata que cuelga siempre tras la puerta del baño. Eran las ocho, había que despertar a las niñas.
Mamá, parecían ángeles… con aquella cara rosita, y sus pelos castaños largos y lacios… Las desperté con el mayor cariño que pude.
La primera en levantarse fue Noah. Hace poco se le cayó un diente y me entra la risa cada vez que me sonríe mellada.
Seguidamente se despertó tu otra nieta, Sara. Las dos se vistieron y fueron a desayunar.
Yo de nuevo fui a mi habitación. Mamá, él seguía en cama. Parece un niño, madre ¿Qué hago yo con él? No quiere responsabilidades, y él se ha comprometido. Tengo dos hijas, y no me ayuda en nada…
Intenté despertarlo, y lo conseguí. Se levantó refunfuñando y malhumorado me dijo: La próxima vez ni se te ocurra despertarme cuando esté durmiendo.
Mamá, lo malo es que ya no sé si habrá próxima vez.
Sabes, en aquel momento pensé en contarle la verdad. El que yo en realidad quería a otro, pero no me atreví. Me puse en su lugar, y no sería muy agradable que tu pareja te dijera que tiene otro amor…
Mientras él se ponía sus jeans de chiquillo metro sexual, yo fui a ver qué hacían las niñas.
Cuando llegó la hora de irnos, revisé la casa por encima, como hago todos los días Me fijé que en la cocina, había un cajón abierto, era el de los cubiertos, y lo cerré ¿Cómo iba a imaginar yo que no estaba abierto por casualidad?
Salí de casa sin sospechar nada, y nos metimos en el coche. Para cerrar la puerta él pegó un portazo. “¿Qué ocurre?” Pregunté. Pero no me contestó.
Conducía yo.
Se escuchó el ruido del motor cuando arranqué el coche.
“Niñas, los cinturones” les dije a mis hijas.
Mientras conducía miraba a aquel niño, por que no es más que eso, mamá, un niño. “¿Qué sucede?” le volví a preguntar, pero de nuevo obtuve por respuesta el silencio.
Aparqué el coche cerca del colegio, y acerqué a tus nietas hasta la escuela. Me despedí de ellas con tan sólo un beso… no me dio tiempo a más. Si muero, por favor diles que ese beso es eterno…
Mientras iba caminando hacia el coche, noté que la humedad me helaban los huesos. Miré hacia el cielo, estaba cubierto por un manto gris. Entré de nuevo en el coche, pero esta vez me puse de copiloto, pues él me robó mi sitio de conductora. No me importaba eso, la verdad.
De nuevo escuché los motores ponerse en marcha, y nos dirigíamos a… No recuerdo bien… No importa verdaderamente el destino, nos dirigíamos a un lugar y punto. Mientras él iba conduciendo, vi a Juan, mamá, ese que siempre te menciono, mi “otro” amor. Le saludé con una sonrisa de enamorada, y Juan me sonrió igualmente. Pero él se dio cuenta, y de repente aparcó rápidamente en un lugar que no era nuestro destino, y sacó repentinamente un cuchillo de la chaqueta. Madre, el pánico me invadió, no me dio tiempo a reaccionar. Comencé a chillar, él puso el pestillo para que no me escapara, pero yo lo volví a quitar, y abrí la puerta. Me caí de espaldas al suelo de la acera, y él se abalanzó hacia mí. Noté en el pecho un tremendo dolor, casi inaguantable, por eso no me explico porqué sigo viva. Luego otro en vientre. Mamá, nadie me ayudó, yo pedía auxilio, y nadie me ayudaba. ¿Es que ya estaba convertida en un espectro? Todavía era de carne y hueso, la gente me podía ver, oír, ayudar, pero nadie lo hizo. De nuevo varias puñaladas, él estaba loco. Y cuando pensó que yo ya estaba muerta, se intentó apuñalar a él también, pero, entreabriendo los pequeños ojos que tengo, vi que se lo pensó más de dos veces, y se subió de nuevo al coche. Ahí ya no sé qué pudo pasar con él, pues arrancó el coche, y se fue, dejándome allí sola. Cerré los ojos, y me profundicé en un ensueño que me pareció eterno, pero luego me vi a mí misma en la cama de un hospital, con muchos cachivaches y aparatos enchufados. Entonces supe, que estaba dividida en dos: el cuerpo y el alma, el espíritu…”
Mamá… comienzo a sollozar, y no puedo hacerlo, porque no tengo materia, sólo soy un alma… Comienzo a estar perdida, no sé si lo que me separa de la vida y la muerte está enfrente mía… Me pierdo, mamá, encuéntrame tú”
“Hija, estás aquí con migo”
Otro milagro,
“parece que estés escuchando, mamá… y sé que no puedes hacerlo… porque sólo soy un espíritu”.
“Yo te escucho hija…”
“Mamá No hagas que me confunda más, por favor…”
Vuelvo a sollozar…
“Por favor…”
Y luego me vuelvo a mirar a mi misma, tumbada en una cama de sábanas blancas. “Resiste, Iris” me vuelvo a decir “Debes hacerlo…”
Pero ya es demasiado tarde… me lo he dicho demasiado tarde, el aparato comienza a dar pitidos, mi corazón parece que no late… creo que comienzo a morir.
“Mamá, no te olvides de decirles a las niñas que el beso fue eterno”
Mi madre comienza a chillar de desesperación.
“No te vallas hija”
“Pero yo no puedo hacer nada, mamá, me voy…”
Entran en la habitación unos médicos.
“Apártese señora” le dice uno a mi madre, mi madre se aparta llorando histéricamente, mi padre sale de la habitación.
No… no resisto, no he resistido, acabo de morir…
“Oh, Iris, que desdichada eres… ¿Dónde irás ahora?” pregunto a alguien que me pueda escuchar.
Y una voz desconocida me responde:
“El cuerpo inerte se pudrirá con los gusanos… será carroña para buitres”
“Y que pasa con el alma”
Y la voz me vuelve a contestar.
“Oh, el alma se sumirá en un silencio eterno, hasta que enloquezca, y se pierda en la miseria…”
Sollozo de nuevo… cuando me pierda, intentaré buscarme. “¿Me buscarás tú, madre?” Y ella afirma con la cabeza…
Comprendo ahora que hay dos cosas que son eternas, y esas dos cosas son el dolor y la tristeza.
“Procura madre de no sumirte en la penumbra… yo estaré bien, sigue tu camino… yo seguiré el mió, pues mi destino ha sido este, y este destino seguiré…”
Laura Martínez.
El día 8 de marzo es el día internacional de la mujer. La mujer trabajadora, la mujer como madre, com hermana, hija, amiga, pero sobre todo, la mujer contra l violñéncia de su género. Esta historia es ficticia, aunque sólo en aprte. Me basé en una noticia para escribirla: "Mujer hospitalizada y en coma lucha por sobrevivir" ponía en los titulares, y cuando leía, resultó ser otro caso de violéncia de género. Esperemos que algún´día, la igualdad llegue a este mundo, aunque todavía quedan tantas cosas por cambiar...

7 comentarios:

Admin dijo...

No soy partidario de la igualdad, o de aquella igualdad que las mujeres plantean socialmente, creo que la mujer no esta bien enfocada en las consecuencias sociales que produce la "igualdad", claro, pues nunca piensan al respecto solo se dedican a ver los efectos y ahi se quedan, soñando las circunstancias y aquello que puede satisfacer su vil insatisfacción por haberse sometido a un misogeno mal nacido, "claro como ellas amaban un dia", "querian a alguien que les diera felicidad por entelequias superficiales", no nada que decir si existe violencia no es el 100% culpa del hombre, mucho tiene que ver la mujer, con quien se mete, que piensa y como actua, mas vale la mujer criando buenas personas o viviendo su vida, con una persona en la familia que quite su libertad viviendo para el sistema basta.

Y respecto a los sueldos, lamentablemente la Sociedad consiguio mayores cantidad de hombres millonarios que mujeres, por consecuencia en el mundo de los negocios siempre se les va a respetar mas a los hombres, pues con ellos son con quienes se negocia dinero, por ello y como la mujer no tiene poder monetario, queda aun con todo los posibles magister sometida al prejuicio de novata.

Asi es la vida. cambiela y seguira siendo humana.

Laura dijo...

Andrés, Andrés... cada uno puede tener su opinión, pero desde luego no comparto la tuya.
Esta clar que si las muejeres no nos dejáramos dominar, y terminásemos de depender del hombre habría menos violéncia y más igualdad.. La culpa no la tienen todos los homrbes, pero si es verdad que la sociedad tiene que cambiar un poco de pensamiento, y las mujeres dejar de menosvalorarse a ellas mismas y dejar de poner en el pedaestal a los homres. En mi opinión,a quñi todos somos igules.

Y yo creo que las mujeres somos más fuertes psicológicamente, y podríamos adaptarnos perfectamente a tener responsabilidades tambiéncomo el trabajo, y dejar de ser amas de casas.. ( quien quiera serlo también es muy respetable.

Pero no sólo debe cambiar la mentalidad de la mujer, tauritus, debe cambiar también la mentalidad del hombre... Nunca llegaremos a la igualdad de género, (de aquella que no eres partidario que las mujeres plantean socialmente) si no conseguimos cambiar de conciencia.

Admin dijo...

Empecemos a clarando, que la vida sin sistema es muy fome para quien no tiene capacidades intelectuales para someterse al estudio y aprendizaje de la vida. Por ello y a causa de la evolución y el ocio el hombre es lo que es,
Asi estan las cosas, se creo un ambiente material distinto al de la naturaleza, y se ha creado un ambiente ideologico que debemos hasta estas alturas soportar.

Dentro de este ambiente, hay muchas formas de hacerte entender, que el planteamiento de la mujer en el sistema no es igual al del hombre, y por consecuencia no puedes pedir igualdad, es otra cosa lo que la mujer debe pedir y que no es "igualdad", ni respeto, sino "Protección", no es lo mismo hablarle a un niño diciendole "Respete a las mujeres" que "Usted debe proteger a las mujeres". Si desde temprana edad a los niños les enseñaramos bien, si
"las mujeres" le enseñarán bien a sus hijos, pues son mas importante en la educación respecto a la sensibilidad del hombre sobre la mujer" no estariamos hablando de estos temas, es más el hombre terminaria subiendo a la mujer a un pedestal social.
Por ello pienso distinto que tu, la cosa no se trata de quien es superior, igual o inferior. Sino de como aprendemos a relacionarnos dentro de este imbecil sistema, que pidiendo igualdad es aun peor. Tampoco podemos obviar la posibilidad de que un hombre desarrolle alguna enfermedad psicologica y termine matando a una mujer, por que muchos hombres matan hombres y no andamos hablando como si fuera la gran cosa, la posibilidad es 100% cierta de que en algun momento un hombre mate a un hombre.

Creo tambien que es obvio que las mujeres son fuerte psicologicamente como todo hombre, no se trata, de si ud pueden o no.

Se trata de que pensamos y sentimos primitivamente en cosas distintas, para el hombre, lo Sexual y el Poder son excluyente, luego todo lo que embarque simbolicamente esos dos terminos, produce que el hombre actue primitivamente, la mujer es contraria, no es excluyente a lo Sexual y el Poder, pero si lo ve superficialmente, y todo lo demás que veamos socialmente lo vee primitivamente. Es dificil de comprender, pero cuando se comprenda se podra escribir mucho al respecto.

Saludos y no vayas a creer que soy un machista mal nacido.

Laura dijo...

jajajaja no lo creo tauritus.. no lo creo :-)

Matías Irarrázabal dijo...

yo comparto lo de taurituss
y soy machista

saludos cordiales

Miguel A. Pazos Fernández dijo...

Este año ha caído mal el día, se ha visto empañado, primero por el anterior atentado de ETA, y luego porque hoy son las elecciones. Como siempre, un texto estupendo.

Un saludo

Anónimo dijo...

me ha encantado sigue escribiendo porque no he podido dejar de leer en todo el tiempo hasta el final jeje.

muchos besos laura

(v)ãr[i]Ø

ya nos vemos mañana ;)

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